La Publicidad en el punto de venta (PLV) es una de las fórmulas más eficientes para el trabajo y, a la vez, uno de los que menos inversión requieren y que más se han utilizado a lo largo del tiempo.
Y es que pocas cosas hay mejor que utilizar el local, espacio de confianza del cliente, como un escaparate en el que mostrar los puntos fuertes de distintas marcas o de la propia para elevar las ventas y convencer al comprador de adquirir el producto o servicio.
Esta fórmula de promoción ha evolucionado a lo largo del tiempo y hoy en día hay distintos tipos de PLV que se pueden aplicar a cualquier espacio de venta.
Cómo ha de ser un PLV para que resulte eficiente
Se trate del tipo de publicidad en el punto de venta que se trate, los PLV deben responder a una serie de características generales cuya eficacia está más que demostrada.
Han de ser elementos que ofrezcan un mensaje claro y persuasivo, que actúen de manera eficaz con el público objetivo y no demanden de este una gran atención o reflexión.
Con breves informaciones sobre el producto o servicio, todos los tipos de PLV deben ser capaces de cautivar al público, ensalzar los valores positivos de la marca y generar un recuerdo permanente sobre el logotipo, el slogan o aquellos que se desee transmitir desde el proyecto de marketing.
Y todo esto debe hacerse de la manera más orgánica posible: cualquier tipo de PLV debe integrarse de forma natural en el punto de venta, no sobresalir como un ‘pegado postizo’, sino llamar la atención de una manera elegante, original y única.
Tipos de PLV
Existen muchas fórmulas distintas para llevar a cabo publicidad en el punto de venta. Todas son válidas dependiendo del contexto y las necesidades del plan de marketing, así que solamente hay que estudiar bien cada acción para elegir la más adecuada en cada caso.
Expositores
Uno de los sistemas más clásicos. Los expositores de producto siempre han funcionado porque destacan lo que se quiere vender del resto de materiales a la venta gracias a una estructura simple, económica y sencilla.
No requiere ningún tipo de instalación en el local de venta, de manera que se puede colocar y eliminar sin dejar rastro cuando la campaña finaliza.
Cartelería
Más sencillo todavía que el uso de expositores es el de la cartelería. Disponer de carteles llamativos y explicativos, capaces de secudir al visitante, es una fórmula que funciona por muchos motivos.
El primero es que habla al cliente en su propio lenguaje; el segundo es el propio hábito de la población target de informarse gracias a estos elementos en las tiendas; el tercero y último es que requiere de una inversión mínima y un esfuerzo de colocación imperceptible para los propietarios o trabajadores del local.
Escaparate
En este listado no se puede olvidar el propio escaparate como publicidad en el punto de venta. Esta primera ‘cara’ tiene la responsabilidad de causar en los clientes el deseo de entrar a adquirir los productos o servicios.
Sin ningún tipo de dudas, los escaparates cumplen una función especialmente importante. Esto se ve en el hecho de que las empresas cada vez invierten más tiempo y recursos en crear escaparates llamativos, e incluso cuentan con profesionales dedicado a generar los mejores escaparates posibles.
Audio
El audiovisual ha llegado para dar un toque contemporáneo a los anuncios en el punto de venta. Evidentemente, el audio es lo primero que se ha venido utilizando desde hace algunos años.
Anuncios por megafonía, hilo musical que incluye ofertas o recomienda productos… Es un clásico en espacios como grandes almacenes, centros comerciales o supermercados.
Su uso está justificado en tanto que ofrece señales no visuales al cliente, de modo que se le puede informar sobre un producto de interés que está en una zona concreta de la tienda a la que se le anima a acercarse con la grabación.
Vídeo
De manera similar, el vídeo ha llegado con fuerza: el telemarketing ayuda a profundizar en las ventajas de ciertos productos o servicios de una manera que ningún otro tipo de PLV puede hacer.
Gracias al vídeo se puede ofrecer una información y valoración integral del producto, con el objetivo de interesar a aquellos que no lo conocen o de convencer a quienes tienen dudas sobre si adquirirlo o no.
Estos son algunos de los principales tipos de PLV utilizados en la actualidad. Evidentemente, todos ellos pueden ser usados de la manera más tradicional o con fórmulas novedosas que atraigan por su originalidad y diseño.
Los propietarios de comercios saben que el PLV es de vital importancia para conseguir que el público que se acerca a sus locales acabe convirtiendo su visita en una compra, de manera que conviene invertir recursos y tiempo en pensar, adquirir e instalar cualquiera de los tipos de PLV disponibles en la actualidad.
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